- Paola Vargas Gastón Benaglia -
Junio 15, 2013, Cartagena, Colombia
Nuestra Historia
La versión de Gastón
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Yo estaba en el Hotel Decameron de Barú, Cartagena ya que nos habÃamos ganado un premio con la empresa por haber llegado a un objetivo de ventas. CorrÃa el dÃa 4 de noviembre de 2010 y eramos más de 40 personas en total. El mismo dÃa que llegamos fuimos a la pileta del hotel donde la gente de animación estaba organizando una competencia en equipos. Yo me puse de capitán de mi equipo, "Los Matadores" (por Talleres), y el otro equipo se llamaba "El Equipo de Paola", obviamente porque mi futura esposa estaba ahà y los caranchos de mis compañeros de trabajo le habÃan puesto asà al equipo por ella. Ahà fue el primer momento que la vi y me encantó al instante. Durante todo el transcurso del juego la estuve viendo y pensaba mi estrategia para ir a decirle algo.

Cuando terminamos el juego yo la empecé a buscar y la vi que estaba charlando en la pileta con dos de sus compañeros de equipo. No se cómo, pero hubo algo que me impulsó a meterme en su conversación. Nos quedamos hablando hasta que se hizo de noche y quedamos en vernos más tarde en el boliche del hotel.
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Cuando entré al boliche esa noche lo primero que vi fui una mujer hermosa vestida de amarillo, que resaltaba entre todas las demás. Ella estaba con sus amigos, asà que no me animaba a ir a saludarla. Hasta que veo que otro compañero de trabajo se pone a hablar con ella y en ese momento fue cuando dije, "no me la van a robar", asà que fui e hice uso de mi apellido sacando a la persona que estaba hablando con ella y la invité a tomar algo. Empezamos a hablar y después a bailar, bailar y bailar cada vez más. Nos reÃmos, nos divertimos y no paramos de bailar en toda la noche, incluso fuimos los últimos en irnos del boliche esa noche. Salimos y nos fuimos a la playa a seguir conociéndonos En ese momento ella me pide que le tenga su trago asà podÃa ir a su habitación a cambiarse los tacos que tenÃa puestos. Y una hora después....cri cri (ruido de grillo), yo seguÃa sólo esperándola, hasta que me di cuenta que me habÃa dejado plantado y no iba a volver....sÃ, me plantó ahà mal.

Por suerte habÃamos quedado en encontrarnos al otro dÃa a las 10 en la pileta. Y asà fue, yo llegué y estaba con uno de sus amigos. Después de nadar cerca de ella por un rato, me ve y nos saludamos y empezamos a hablar por horas. Intercambiamos nuestros pin de Blackberry y unas horas más tarde ella ya se habÃa ido a la cuidad de Cartagena a pasar sus últimos dos dÃas ahÃ. En el instante que se subió al colectivo para irse del hotel ya me estaba escribiendo por Blackberry y desde ahà no pudimos parar más.

Al dÃa siguiente nos llevaron a todos al aeropuerto ya que era el dÃa de nuestro regreso. De repente ella me escribe para decirme que estaba yendo hacia el aeropuerto. Yo ya estaba en la sala de embarque, pero pedà permiso y me dejaron salir para verla. TenÃa que salir ya que ella estaba yendo sólo para verme a mÃ. Nos vimos y fue hermoso, nos sacamos una foto y quedamos que si algún dÃa ella viajaba a Argentina nos podÃamos ver. La cuestión es que desde ese momento no dejamos de chatear y de hablar por Skype. Yo sentÃa algo que nunca me habÃa pasado con otra mujer, tenÃa la necesidad de verla casi sin conocerla. Y asà fue cómo empezamos a hablar de que yo viajara a visitarla. Ella me dijo que fuera en semana santa (faltaban 5 meses), y yo le dije que ni loco esperaba tanto. Y a los diez dÃas de habernos conocido yo ya habÃa sacado un pasaje para ir a Bogotá a visitarla el 7 de enero. Fue el viaje más inolvidable de mi vida y volvÃa a Córdoba totalmente enamorado y convencido de que era la mujer de vida.

Desde ese dÃa viaje más de diez veces a Colombia en el transcurso de un año y medio, hasta que el 30 de junio de 2012 esta mujer hermosa que se vestÃa de amarillo en Cartagena se la jugó por nosotros y se vino a vivir a Córdoba.
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La versión de Paola
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Todo comenzó el 4 de noviembre 2010 en la ciudad de Cartagena, tenÃa que tomar una lancha que me llevarÃa hasta la isla de Baru.... al llegar al puerto estaba cerrado porque el mar estaba MUY bravo, asà que me dieron la opción de irme con los isleños, espere que hicieran sus mercados y tipo 10 AM arrancamos!!!
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De repente las olas se metÃan dentro de la lancha, tenÃa dos niñas a mi lado llorando, la gente tirando sus mercados y maletas, gritos... recuerdo que en un momento tome el celular y estaba sin señal, pensé en lo peor pero también recuerdo que me sentÃa protegida por Dios y tranquilizaba a las niñas que tenÃa a mi lado, fue un momento eterno y muy feo pero de repente llegamos OHHHH!!!! Qué alivio.
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Para descansar fui a la piscina del hotel y llego una oleada de Argentinos... Muchos, y la recreacionista comenzó a hacer juegos, yo estaba en un equipo lleno de señores y una señora, el lÃder de mi equipo era un Argentino que decidió que el grupo se llamarÃa El equipo de Paola!!!
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Al terminar de jugar comenzamos a hablar y a contar porque cada uno estaba en Baru, y ellos al explicarme del premio comercial en un momento señalaron al hijo del dueño, recuerdo cuando voltee a mirarlo me dije a mi misma QUE LINDOOOOO PLOP!!! TenÃa el pelo mojado hacia atrás, y unos ojos azules grandes con una mirada que me hizo sentir mariposas en el estómago. Pero, mi yo racional dijo olvÃdalo se debe creer lo máximo porque es el hijo del dueño y para colmo Argentino, asà que él se acercó y hablamos que ambos trabajábamos en Marketing.
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En la noche nos encontramos en el bar del hotel y el lÃder de mi equipo se acercó y me dijo que tenÃa que presentarme a Daniel, "yo cruzaba los dedos para que fuera el de los ojitos lindos" recuerdo que alrededor tenÃa muchos hombres que decÃan "Cheeeee" :S pero de repente apareció el hombre de los ojos que me encantaron y me dijo bailamos... y pues obvio bailamos, y bailamos toda la noche sin parar ... mientras tanto los demás me hacÃan señas que ya no siguiera bailando con él, pero bailando y hablando noté que él no era lo que yo me imaginaba, era sencillo y muy divertido, no parábamos de bailar y de reÃrnos al ver nuestros diferentes ritmos. Esa noche aprendà a bailar Cuarteto y luego siguieron la rumba en la playa pero al final nunca fui....
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Al siguiente dÃa intercambiamos los Pin y asà no parábamos de hablar y conocernos, compartÃamos cada minuto con BBM, fotos, videos y Skype... asà nos conocimos muchÃsimo porque no habÃa otra opción que hablar, en enero fui a recoger a Gastón al aeropuerto de Bogotá y cuando lo vi el corazón se me salÃa del cuerpo, me temblaban las piernas, y sentà algo que jamás habÃa sentido, sabÃa que el serÃa el hombre que le pedà en mis oraciones a Dios. Y hoy estoy completamente agradecida con él por haberme dado a un hombre maravilloso a quien amo con todo mi corazón, con el que cada dÃa veo un futuro lleno de amor hasta ser muy viejitos tomados de la mano viendo toda una vida llena de una historia maravillosa con un hombre increÃble a mi lado.
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Ahh, y recuerdan a Daniel, el argentino que el lÃder de mi equipo me querÃa presentar, es un hombre de 70 años jajajaja.